Un juez federal decidió el martes que el caso de curaduría de la cantante pop Britney Spears debe permanecer bajo la jurisdicción de un tribunal de California, lo que permite al padre de la artista mantener el control sobre sus asuntos.
El juez de distrito de Estados Unidos Philip Gutierrez dijo que el abogado Jon Eardley, quien afirmaba que los derechos civiles de Spears habían sido violados por funcionarios de California, no podía ser abogado de Spears y, como resultado, no tenía derecho a mover el caso a una corte federal.
Si el caso hubiese sido trasladado a una corte federal, el padre de Spears, Jamie Spears, habría perdido el control sobre los asuntos personales y económicos de la cantante.
"El señor Eardley no tiene autoridad para mover el caso desde la corte del estado. El no es una parte ni un acusado," señaló Gutierrez en su decisión.
En una declaración escrita, Eardley dijo que fue contratado por Britney Spears el 12 de febrero y que había hablado con ella en varias ocasiones. Según Eardley, la última vez que conversaron le quitaron el teléfono a la cantante y el número fue desconectado.
Gutierrez decidió que Britney Spears no tenía autoridad para contratar a Eardley el 12 de febrero, porque se encontraba bajo la curaduría, y la corte de California ya había designado a otro abogado para que actuara en su nombre.
Un portavoz de Eardley dijo que estaba intentando comunicarse con el abogado para obtener comentarios.
Spears, de 26 años, ha visto cómo su vida se ha salido de control después de que se separó de su ex marido Kevin Federline a fines del 2006.
La cantante ha pasado tiempo en rehabilitación y ha exhibido un comportamiento extraño en público, como por ejemplo utilizar pelucas rosas y hablar con acento británico, pese a que es nativa de Luisiana. Spears también perdió los derechos de custodia y visita sobre sus dos hijos.
En enero, fue hospitalizada en dos oportunidades y fue puesta bajo evaluación psiquiátrica. El 1 de febrero, Jamie Spears fue nombrado su curador junto al abogado Andrew Wallet.
El 4 de febrero, la corte de California decidió que ella no tenía la capacidad de seguir consejos y extendió la curaduría hasta el 14 de febrero.
La curaduría fue prolongada nuevamente y sigue en vigor hasta el 10 de marzo.
